Hna. Birgit Weiler: “actitudes clericales apagan el fuego de la fe”

Birgit Weiler: “actitudes clericales apagan el fuego de la fe, de querer dar testimonio del Evangelio juntos”
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La Hna. Birgit Weiler fue nombrada consultora de la Secretaría del Sínodo, el 17 de febrero de 2024. Recibió el encargo con profunda gratitud y «con la conciencia de que es una responsabilidad grande”. La religiosa lo ve como oportunidad. Para ella, es tiempo de hacer camino y escuchar junto con hermanos en la fe y también de escuchar al Espíritu que acompaña en este camino como protagonista del proceso.

En un espíritu sinodal

La religiosa y teóloga Weiler espera contar con el apoyo y gracia de Dios para cumplir bien su misión: «espero que podamos ejercitar lo que se nos ha confiado en un espíritu muy sinodal”. Poco a poco, irá conociendo con más detalle sus tareas. Mientras tanto, sabe que aportará con la revisión de contenidos y temas prioritarios, así como aconsejar en materias que la Secretaría del Sínodo demanda.

Gran esperanza ante la segunda etapa de la Asamblea Sinodal

La Hna. Birgit Weiler nació en Alemania y ha sido misionera, en Perú, alrededor de 30 años. Dice haber escuchado, del santo pueblo fiel de Dios, la gran esperanza que se tiene ante la segunda etapa de la Asamblea Sinodal, con la participación de laicos y religiosos, con voz y voto. Es entusiasta de que se plasmen recomendaciones al Papa Francisco para aclarar en qué consiste esta sinodalidad y que no es algo del momento. Al contrario, la religiosa está convencida de que la sinodalidad tendrá una larga y rica tradición en nuestra Iglesia, que requiere ser traducida al contexto actual, pero que acoge el espíritu del Concilio Vaticano II

“Este caminar juntos en la fe y en la sinodalidad es para que veamos cuáles son las estructuras y procedimientos concretos que nos ayudan a vivirla»

Según la Hna. Birgit Weiler, se trata de pasar de la palabra al hecho concreto, lo que ve como una gran esperanza. Se trata de «avanzar en ser comunidad, en ser una Iglesia más sinodal, que realmente viva coherentemente la sinodalidad». Esto implica mayor participación de laicos, sobre todo mujeres, en procesos de discernimiento y en las decisiones para que esto se ponga en práctica con coherencia.

Conversión continua

Para concretar esa sinodalidad, la Hna. Birgit Weiler recuerda lo dicho en el Sínodo para la Amazonía: Esto requiere de una conversión continua de todos, porque el espíritu clerical no está solo en los sacerdotes, sino también en los laicos y también en las religiosas. Se trata, dice, de “abrirnos a este cambio profundo«. Asegura que requiere un cambio profundo, de mente y de corazón, e invita a dejar actuar al Espíritu para «reconocernos miembros del pueblo de Dios con vocaciones diferentes«.

La religiosa recuerda las palabras del Papa Francisco: todos hemos entrado en la Iglesia a partir del Bautismo, somos hermanos en Cristo. Desde ahí llama al apoyo mutuo formando juntos el Cuerpo de Cristo y  a dar testimonio del Evangelio en el mundo de hoy. La Hna. Birgit Weiler es firme en señalar que “actitudes clericales apagan el fuego de la fe, el fuego de querer dar testimonio del Evangelio juntos». Y recuerda que, como dijo el Papa Francisco, «no es solo es misión de sacerdotes y de obispos». Tenemos que seguir dando pasos juntos.

«Esto requiere de una conversión continua de todos, porque el espíritu clerical no está solo en los sacerdotes, sino también en los laicos y también en las religiosas»

Compartir las experiencias de cambio

El escenario ya está cambiando en América Latina. En ese marco, la Hna. Birgit Weiler identifica experiencias de hacer camino juntos, «sinodalmente, no clericalmente, como Iglesia local”. Destaca la necesidad de “compartir estas experiencias nuevas, que pueden ser ofrecidas como inspiración a comunidades en otras partes”. Es «la levadura del Evangelio». 

También reflexiona sobre el ecumenismo. Citando al Papa Francisco, habla de “la disponibilidad y el aprendizaje para hacer camino junto con cristianos de otras iglesias, con personas de otras religiones, ¡con personas con pensamientos humanistas, para curar las heridas de hoy». Esto es clave en sociedades tan profundamente heridas por desigualdades, como la pobreza extrema, que es la expresión de una gran injusticia.

Una Iglesia que no se preocupa solo por sí misma

La religiosa Weiler también relaciona esta temática con “la realidad de nuestra Tierra cada vez más herida». Por eso, insiste en que “una Iglesia sinodal está llamada a no preocuparse solo por ella misma, sino a abrirse a hacer camino con otras personas de diversos ámbitos». Por ello, habla de formar alianzas para atender los reto y poner al servicio de la humanidad las potencialidades de cuando trabajamos juntos.

Escuchando a obispos y sacerdotes de diversos lugares del mundo, Weiler dice que hay resistencias y miedo con relación a la sinodalidad y la ministerialidad. Incluso, cuenta haber escuchado que «en una Iglesia sinodal ya no se va a necesitar de sacerdotes”. Ella es clara es explicar que esto es absolutamente falso. De ahí que se remite al Informe de Síntesis de la primera sesión de la Asamblea Sinodal de octubre de 2023.  El documento habla de  falta de diálogo, más espacios de encuentro y de reflexión, en conjunto, con sacerdotes y obispos para que se pueda comunicar con mayor claridad que una Iglesia sinodal no quita autoridad.

Autoridad como servicio

En esa perspectiva, la teóloga alemana Weiler insiste en una autoridad que: “sea vivida al ejemplo de Jesús, como una autoridad que es servicio a la comunidad de creyentes y una autoridad que ayuda a la Iglesia a ser una Iglesia que sale de sí misma y esté al servicio de la humanidad». En ese sentido, aboga por una iglesia que sea un signo en el camino, porque Jesús pide ser personas que, con su ejemplo, construyan puentes con los excluidos.

Ser una Iglesia sinodal es un modo de vivir con mayor coherencia el Evangelio y el seguimiento de Jesús”. En ello, insistió la Hna. Birgit Weiler. Es optimista al ver signos alentadores de que es posible hacer camino sinodal. Pone como ejemplo la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama). Recordó la reunión entre Ceama y la Red Ecleasial Panamazónica (Repam) en que se debatió cómo fortalecer el caminar juntos al servicio de los pueblos en la Amazonía. “Los obispos acogen, con la autoridad que les compete, los frutos del discernimiento y sienten que nace de ese discernimiento la misión que nos corresponde asumir como soplo del Espíritu, el llamado de Dios en este momento de la historia». Sin duda, esto será de gran riqueza para la Iglesia y la humanidad.

«Queremos una autoridad que sea vivida realmente con el ejemplo de Jesús, como una autoridad que es servicio a la comunidad de creyentes y una autoridad que ayuda a la Iglesia a ser una Iglesia que sale de sí misma y esté al servicio de la humanidad»

Publicado en Religión Digital y reeditado para el Observatorio Latinoamericano de la Sinodalidad.

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