Simona Brambilla: la primera Prefecta de Francisco

Simona Brambilla: la primera Prefecta de Francisco
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El Papa Francisco ha nombrado el 6 de enero a la primera mujer con mayor responsabilidad en una institución de la Curia Romana. Se trata de Sor Simona Brambilla, religiosa italiana Misionera de la Consolata, quien desde ahora es la Prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica

De acuerdo con la constitución apostólica Praedicate Evangelium “la Curia Romana se compone de la Secretaría de Estado, los dicasterios y los organismos, todos jurídicamente iguales entre sí”, con lo cual, el nombramiento de sor Simona representa un paso decisivo en la reforma de la Iglesia —una de las banderas del Ponticado de Francisco— y su firme voluntad de dar mayor protagonismo y liderazgo efectivo a las mujeres.

Sor Simona Brambilla, de 59 años, sustituye al cardenal brasileño João Braz de Aviz, de 77, quien había sido nombrado por Benedicto XVI para ocupar este cargo en 2011. 

La misionera italiana es profesional en enfermería y ha sido docente en el Instituto de Psicología de la Pontificia Universidad Gregoriana. Su itinerario misionero la llevó desempeñar diversos servicios pastorales en Mozambique

Luego, en 2005 fue nombrada Consejera General de las Misioneras de la Consolata, y en 2011 fue elegida Superiora General por un periodo de seis años, relegida por un periodo más en 2017, cargo en el que se desempeñó hasta 2023. 

A partir del pasado 7 de octubre el Papa Francisco la había nombrado Secretaria del mismo dicasterio del que ahora será su primera Prefecta. Asimismo, hace menos de un mes, el 13 de diciembre, la nombró miembro del XVI Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo que preside el propio Papa y que, de acuerdo con la Constitución Apostólica Episcopalis Communio, tiene la responsabilidad de preparar y actualizar la Asamblea General Ordinaria.  

El liderazgo de la mujer

Ya desde hace algunos meses el propio Obispo de Roma venía alimentado la esperanza frente al posible nombramiento de una mujer en la “primera línea” de gobernanza de la Iglesia. De ahí que el nombramiento de Brambilla, el mismo día en que la Iglesia celebra la Solemnidad de la Epifanía —es decir, la “Manifestación del Señor” a toda la humanidad, a través de los Magos—, es una “buena noticia… una manifestación de Dios”, como ha dicho la Hna. Liliana Franco, religiosa colombiana y Presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR).

Este mismo sentir ha estado presente en la reciente Asamblea General Ordinaria del Sínodo, que en su Segunda Sesión celebrada en Roma, en octubre de 2024, reafirmó el anhelo de numerosas comunidades y miembros de la Iglesia católica, que desde distintas realidades y experiencias pastorales claman por un mayor reconocimiento efectivo del liderazgo de la mujer

Incluso, en el Documento Final del Sínodo, refrendado por el Papa, “esta Asamblea hace un llamamiento a la plena aplicación de todas las oportunidades ya previstas en la legislación vigente en relación con la función de la mujer, en particular en los lugares donde aún no se han implementado. No hay nada que impida que las mujeres desempeñen funciones de liderazgo en la Iglesia: lo que viene del Espíritu Santo no puede detenerse”.


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