Con horizonte sinodal y una memoria agradecida por los 70 años de su fundación, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) celebra su 40.ª Asamblea General Ordinaria en Río de Janeiro, del 26 al 30 de mayo.

Este encuentro, se da en un espíritu de comunión y discernimiento, reúne a obispos y delegados de todas las conferencias episcopales de América Latina y el Caribe para renovar su compromiso pastoral al servicio del Pueblo de Dios.

Camino de escucha y discernimiento

El objetivo general de esta Asamblea es “fortalecer el espíritu de colegialidad y de servicio a nuestros pueblos, discerniendo los signos de los tiempos y los caminos de comunión que renueven la presencia y misión evangelizadora de la Iglesia” en la región.

En sintonía con el proceso sinodal impulsado por el Papa Francisco, y hoy continuado por el Papa León XIV, el programa propone momentos de oración, escucha mutua, análisis de la realidad y reflexión sobre los desafíos pastorales de la Iglesia.

Uno de los ejes centrales es la recepción del proceso sinodal en los distintos países, junto con la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. En este sentido, se destaca la intervención del Dr. Rafael Luciani y los informes de trabajo de la Comisión de Recepción, que permiten compartir experiencias, oportunidades, desafíos y propuestas de articulación.

Memoria viva y mirada hacia el futuro

La asamblea también es una oportunidad para celebrar momentos históricos significativos: los 70 años del Celam (desde la Primera Conferencia General en Río de Janeiro, 1955), los 10 años de la encíclica Laudato Si’, y los 1700 años del Concilio de Nicea, cuya conmemoración anima a reflexionar sobre los caminos hacia la unidad de los cristianos.

Durante las sesiones se abordan, además, temas como la situación socioeconómica y eclesial de los países, la misión de las Conferencias Episcopales, la rendición de cuentas en la Iglesia, el rol de las agencias de cooperación, y el trabajo de los centros pastorales del Celam: el Cebitepal, el Centro de Gestión del Conocimiento, el Ceprap y el Centro de Comunicación.

Sinodalidad y participación activa

La metodología de la Asamblea privilegia el trabajo colegial y sinodal: plenarias, grupos de discernimiento, votaciones, momentos celebrativos y actividades culturales. La eucaristía, la oración comunitaria y las sesiones de escucha reflejan una Iglesia en camino, comprometida con los pobres, los jóvenes, las familias, los pueblos indígenas, los migrantes y los excluidos.

Como destacó el mensaje del Nuncio Apostólico en Brasil, leído al inicio del encuentro, esta Asamblea “es signo y semilla de un nuevo tiempo de gracia” para América Latina y el Caribe, y un testimonio del anhelo misionero que renueva a la Iglesia continental.

Esta 40.ª Asamblea del Celam se configura como un espacio de comunión episcopal y eclesial, donde se entrecruzan la memoria profética, el discernimiento comunitario y la proyección pastoral. Un testimonio de cómo la sinodalidad es contenido, identidad y horizonte para la Iglesia del continente.

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