Marcelo Lemos, secretario ejecutivo de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), detalla los objetivos y prioridades del primer Plan Apostólico Sinodal de la Ceama.

Lemos explica que el Plan Apostólico Sinodal se presenta como una iniciativa transformadora que surge en respuesta a diversos procesos sinodales y eventos eclesiales recientes. Entre ellos, señala el Sínodo de la Amazonía (2019) y el Sínodo sobre la Sinodalidad (2021-2024). Además, el contexto de la pandemia de COVID-19 ha motivado a la Iglesia a “una nueva respuesta a los desafíos pastorales y misioneros en la región amazónica, con la convicción de que, así como el Señor hace nuevas todas las cosas, la Iglesia también debe renovarse continuamente en su misión”.

La Ceama impulsa un plan con el propósito de integrar espiritualidad, misión y sinodalidad en un contexto de transformación social y ambiental. “La inspiración del testimonio de María Magdalena del Resucitado, el encuentro de Jesús con sus discípulos en Galilea y el compromiso comunitario de una Iglesia libre y abierta, simbolizado en la pesca con Pedro, fueron elementos teológicos profundamente vividos en el Sínodo sobre la Sinodalidad. Estos se combinan con los mandatos del Sínodo de la Amazonía y la espiritualidad del documento Querida Amazonía”, comparte Lemos.

Ceama al servicio de la sinodalidad

Como nuevo organismo internacional vinculado a la Santa Sede, la Ceama trabaja en unidad con diversas organizaciones eclesiales que han apoyado su fundación, como el Celam (Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño), Cáritas América Latina y el Caribe, la CLAR (Confederación Latinoamericana de Religiosos) y la Repam (Red Eclesial Panamazónica). Esta última ha desempeñado un papel clave en la articulación eclesial en la Amazonía durante la última década.

El Plan Apostólico Sinodal quiere consolidar estos años de caminata de la Ceama y responder a la necesidad de revisar, desde una perspectiva sinodal y misionera, los documentos que rigen las relaciones entre los obispos, la vida consagrada y las agregaciones eclesiales. Esto incluye el reconocimiento y la valorización de los carismas de todos los miembros del Pueblo de Dios.

“Durante la Primera Sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad, se destacó la importancia de articular los dones jerárquicos y carismáticos en la vida y misión de la Iglesia, interrogándose sobre sus implicaciones eclesiológicas, canónicas y pastorales. Desde esta perspectiva, el Grupo 6 del Sínodo sobre la Sinodalidad subrayó que la revisión de estos documentos debe realizarse a partir de una mirada sinodal y misionera, garantizando que las relaciones eclesiales favorezcan la comunión, la participación y la corresponsabilidad”, recuerda Lemos. Es por ello que el Plan responde a los desafíos pastorales en la Amazonía.

Desafíos pastorales en la Amazonía

El Plan Apostólico Sinodal de la Ceama se enfoca en responder a los desafíos pastorales específicos de la Amazonía, entre los que se encuentran: Fortalecer la unidad eclesial en un territorio marcado por la diversidad cultural, social y religiosa.

Fomentar la evangelización y la misión, teniendo en cuenta los contextos de exclusión y marginación que afectan a los pueblos amazónicos; y desarrollar una gestión pastoral sinodal, integrando la participación de todas las comunidades y agentes eclesiales en la toma de decisiones.

El Plan Apostólico Sinodal no pretende imponer una estructura cerrada, sino que “se construye a partir de la escucha, el discernimiento y la búsqueda de los mejores caminos para su implementación en el territorio amazónico”, asegura Lemos.

Áreas prioritarias del Plan

El secretario ejecutivo de la Ceama hace un listado de algunas áreas prioritarias que incluyen: Defensa de la vida y el territorio, promoviendo el cuidado de la Casa Común y el acompañamiento a los pueblos indígenas y comunidades vulnerables, en consonancia con la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco.

La formación y acompañamiento pastoral, garantizando procesos de educación en la fe adaptados a las realidades amazónicas y fortaleciendo el liderazgo local.

La participación eclesial incluyente, fortaleciendo la sinodalidad mediante la colaboración entre laicos, religiosos y clero, promoviendo la corresponsabilidad y la comunión. Y finalmente, la promoción de derechos y justicia social, con un enfoque en la dignidad de los pueblos amazónicos y la denuncia de situaciones de injusticia, en línea con el magisterio social de la Iglesia.

Fase inicial del Plan Apostólico Sinodal

“Actualmente, el Plan se encuentra en su fase inicial y su desarrollo continuará hasta agosto de 2025, cuando se espera presentar una primera versión en la asamblea de la Ceama, con el objetivo de lograr un consenso eclesial para que sea el primer Plan Apostólico Sinodal de la Ceama”, manifiesta Lemos.

También comparte que el Plan “integrará espiritualidad, misión y sinodalidad en un contexto de profunda transformación social y ambiental”, y se espera que pueda ser una contribución hacia “una Iglesia que sea, verdaderamente, un signo de esperanza y renovación para la región y para el mundo”, concluye Marcelo Lemos.

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