Cuaderno de estudio 006: La centralidad de los pobres en la vida de la Iglesia

Cuaderno de estudio 006: La centralidad de los pobres en la vida de la Iglesia
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El Observatorio Latinoamericano de la Sinodalidad lanza hoy, 12 de febrero, el Cuaderno de Estudio número 006, “La centralidad de los pobres en la vida de la Iglesia”, del teólogo Joaquim Jocélio de Sousa Costa.

Un ensayo que plantea una reflexión sobre la urgencia de colocar a los pobres en el centro de la misión eclesial. Este texto, que recoge las enseñanzas del Papa Francisco y las fundamenta en la tradición bíblica y teológica, ofrece una mirada profunda sobre el rol de los marginados en la historia y futuro de la Iglesia. Precisamente, inspirado en las palabras del Papa Francisco, quien ha abogado por una “Iglesia pobre para los pobres”.

El autor habla sobre la necesidad de colocar a los marginados en el centro de la vida eclesial, como reflejo de la fidelidad a Jesús de Nazaret.

“Deseo una Iglesia pobre para los pobres”

Sousa Costa inicia, de hecho, con esta afirmación contundente: “Deseo una Iglesia pobre para los pobres”. Esta declaración, tomada de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, se convierte en el eje de su argumentación.

El autor analiza cómo, desde el Antiguo Testamento, Dios se posiciona como defensor de los pobres. Sousa Costa recuerda que Jesús no solo nació en condiciones humildes, sino que también vivió y predicó entre los excluidos, mostrando que el rostro de Dios se encuentra en los oprimidos. Esta herencia, según el autor, fue adoptada por las primeras comunidades cristianas, quienes vivieron en solidaridad y compartieron sus bienes con los más necesitados.

Según Sousa, Jesús se comprometió con los marginados desde su nacimiento en una familia humilde, hasta su crucifixión por desafiar las estructuras de poder. Jesús no solo se hizo hombre, sino que “se hizo periferia”.

Aprender de los pobres

Sousa Costa señala que, a lo largo de los siglos, la Iglesia ha caído en contradicciones al aliarse con estructuras de poder que han diluido esta opción preferencial por los pobres. Aunque nunca se ha perdido del todo, el compromiso con los marginados ha sido frecuentemente relegado a un segundo plano, especialmente tras su vinculación con el Imperio Romano. No obstante, eventos como el Concilio Vaticano II y las Conferencias de Medellín y Puebla en América Latina reavivaron esta misión central.

Sousa Costa reconoce el liderazgo del Papa Francisco en esta renovación. El Pontífice, desde el inicio de su ministerio, ha llamado a una “Iglesia en salida”, que además de acompañar a los pobres, aprenda de ellos. Citando al Papa Francisco afirma, “los pobres tienen mucho que enseñarnos”. Francisco también ha pedido perdón por el abandono histórico de los marginados, marcando un hito en la reconciliación de la Iglesia con su misión original.

Sousa Costa advierte que, en el actual proceso sinodal, aunque se abordan temas importantes como la inclusión de la mujer y el cuidado de la Casa Común, los pobres aún no ocupan el lugar central que deberían. Para el autor, este es un desafío urgente: sin la centralidad de los pobres, la sinodalidad pierde su sentido evangélico. La sinodalidad, según el autor, debe ser “un camino con los pobres y una salida a la periferia”.

Una Iglesia coherente con el Evangelio

El texto también aboga por una transformación en el estilo de vida de los cristianos, especialmente de los líderes eclesiales. Sousa Costa llama a una vida de austeridad y sencillez que permita una verdadera cercanía con los pobres. Este cambio, argumenta, es imprescindible para construir una Iglesia coherente con el Evangelio.

En su evaluación final, el autor se muestra esperanzado pero crítico. Reconoce el momento propicio que representa el pontificado de Francisco, pero enfatiza que queda mucho por hacer para que los pobres sean realmente el centro de la vida eclesial. Sousa Costa recuerda que la fidelidad al mensaje de Jesús exige no solo palabras, sino acción y compromiso.

Con claridad y respaldo teológico, el autor recuerda que el compromiso con los pobres no es opcional, sino el núcleo del Evangelio. En tiempos de desigualdad creciente, su reflexión invita a una conversión personal y eclesial que exige coherencia, humildad y acción.

El cambio requiere sacrificio

Como bien señala Sousa Costa, el verdadero cambio requiere un sacrificio que va más allá de las palabras: implica romper con estilos de vida cómodos y abrazar una espiritualidad de servicio y solidaridad. La pregunta es si la Iglesia, y cada uno de nosotros, está dispuesta a asumir este camino radical hacia una verdadera “Iglesia pobre para los pobres”.

Este séptimo cuaderno de estudio es una invitación a la reflexión y práctica en todos los niveles de la Iglesia. La opción preferencial por los pobres no es un apéndice de la fe, sino su corazón mismo.

Como concluye Sousa Costa, “solo es posible seguir a Jesús desde los más pequeños de este mundo, porque ese era el camino del propio Señor”. Una verdad que desafía y convoca a todos los creyentes a renovar su compromiso con los más vulnerables.

Descargar aquí el Cuaderno de Estudio 006

 


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