Teología en clave sinodal, una nueva perspectiva desde el Documento Final del Sínodo

Teología en clave sinodal, una nueva perspectiva desde el Documento Final del Sínodo
Compartir...

El teólogo venezolano Rafael Luciani, integrante de la Comisión Teológica del Sínodo 2021-2024 en calidad de perito, compartió su experiencia en el webinar titulado “Las llamadas sinodales de la Vida Religiosa. Durante su participación, remarcó los avances teológicos y pastorales que surgen del proceso sinodal y su implicación en la Vida Religiosa.

Luciani explicó que su participación, junto a un grupo de teólogos provenientes de diversas culturas y países, consistió en colaborar en la reflexión y redacción del Documento Final del Sínodo.

Según el teólogo, el Documento Final representa un paso significativo en la recepción y profundización del Concilio Vaticano II, evidenciando avances en la comprensión de la vida eclesial.

La Vida Religiosa en el marco de la conversión de las relaciones

Uno de los aspectos más relevantes destacados por Luciani es la ubicación de la Vida Religiosa dentro del capítulo sobre “La conversión de las relaciones” en el documento sinodal, a partir del numeral 57. La lógica que plantea entre los sujetos eclesiales y sociales no aísla a la Vida Religiosa como una identidad separada, y por el contrario, la inserta en la igualdad radical otorgada por el bautismo, lo que redefine las relaciones entre los sujetos eclesiales y sociales.

En esta visión, la identidad y misión de la Vida Religiosa surgen desde la vocación bautismal, promoviendo una comprensión relacional de las vocaciones y ministerios: “Tenemos acá un marco inicial donde se entiende la igualdad radical de todos y todas en la Iglesia”, puntualizó.

Luciani señaló que esta perspectiva también resalta la dignidad de las mujeres como primer sujeto eclesial y social en el documento, seguido de otros rostros concretos como los niños, jóvenes, personas con discapacidad, familias y laicado. Esta orientación relacional se consolida a través del discernimiento comunitario como base para identificar carismas y ministerios.

Configuración de carismas y ministerios

Otro aspecto del documento es la profundización en la relación entre carismas y ministerios. El teólogo remarcó que, por primera vez, el documento introduce el carisma como criterio previo para la configuración de ministerios.

Citando el numeral 12 del Lumen Gentium indicó: “El mismo Espíritu Santo no solo santifica y dirige el Pueblo de Dios mediante los sacramentos y los misterios y le adorna con virtudes, sino que también distribuye gracias especiales entre los fieles de cualquier condición, distribuyendo a cada uno según quiere (1 Co 12,11) sus dones, con los que les hace aptos y prontos para ejercer las diversas obras y deberes que sean útiles para la renovación y la mayor edificación de la Iglesia”, lo que, explicó Luciani, “acoge el documento y nos ofrece ahora como un marco donde la Iglesia no es solo ministerial, sino ministerial y de carismas; y esto rebalancea las relaciones como criterio básico entre sujetos eclesiales”.

Relación entre carismas y ministerios

“No todos los carismas deben configurarse como ministerios, ni todos los bautizados deben ser ministros, ni todos los ministros deben ser instituidos”, expresó Luciani como primer criterio para entender las relaciones entre carismas y ministerios.

Como segundo criterio, citó: “Para que un carisma se configure como ministerio, es necesario que la comunidad identifique una verdadera necesidad pastoral, acompañada de un discernimiento realizado por el pastor junto con la comunidad”, Luciani aclaró que “no consiste en una necesidad individual”, sino con “relación a la misión”. 

Luciani también dijo que se trata de una novedad incluir el ministerio del teólogo y la teóloga como una vocación ministerial específica. Este reconocimiento posiciona a la teología como una contribución para la comprensión de la fe y el discernimiento en la misión de la Iglesia, siempre enraizada en la experiencia de las comunidades.

Hacia una teología sinodal

En su reflexión, Rafael Luciani habló sobre desarrollar una teología en clave sinodal, integrando las dinámicas de escucha, diálogo y discernimiento que caracterizan el proceso sinodal. Según indica el Documento Final en el numeral 67: “La Sinodalidad eclesial compromete también a los teólogos a hacer teología en forma sinodal, promoviendo entre ellos la capacidad de escuchar dialogar, discernir e integrar la multiplicidad y la variedad de las instancias y de los aportes”.

Luciani instó, al igual que el documento, a continuar profundizando en el sentido de la Sinodalidad, fomentando una Iglesia relacional y comunitaria: “Pensarnos relacionalmente, y nunca como especies de vocaciones individuales, donde la relación unilateral Dios y yo, yo y Dios, pareciera que saca de contexto lo comunitario, el discernimiento comunitario, el discernimiento dentro de la misión de la Iglesia en función de una Iglesia local”, finalizó.


Compartir...

Enviar comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.