Un observatorio latinoamericano de la sinodalidad es una propuesta reflexiva y comunicativa de incidencia para acompañar y apoyar el proceso sinodal de la Iglesia así como el Sínodo de la Sinodalidad. Nuestro compromiso es por una iglesia en comunión, participación y misión, que se pone en salida hacia el Pueblo de Dios y hacia las periferias existenciales para redescubrir sus opciones prioritarias por los últimos y los excluidos.

Los beneficiarios finales de este proyecto son los miembros de la iglesia católica, de América Latina y el Caribe, prioritariamente. Esto incluye a laicas y laicos, religiosas y religiosos, diáconos, seminaristas, presbíteros y obispos, al igual que a los participantes de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, cuya segunda sesión está prevista para octubre de 2024, en el marco de la fase universal.

También son beneficiarios directos los teólogos del continente, los comunicadores y periodistas –sobre todo los que cubren la fuente de la Iglesia y los vaticanistas–, los educadores, los agentes pastorales, religiosas y religiosos, y los miembros de los grupos nacionales y locales, que están animando el trabajo comunitario de reflexión teológica-pastoral en clave sinodal y el compromiso desde los pobres y desde una espiritualidad liberadora.

El Observatorio Latinoamericano de la Sinodalidad tiene el propósito de visibilizar noticias, narrativas, reflexiones y testimonios sobre la inaplazable necesidad de ser y hacer posible una Iglesia sinodal y en salida. Por ello, tiene un carácter global (regional e internacional), multilingüe (español y portugués, principalmente), incidente (mediante narrativas, subsidios y eventos formativos propuestos en clave intergeneracional) y multimedial (favoreciendo la convergencia de diversos formatos y canales: entrevistas, reportajes, noticias, campañas, animaciones.

Este proyecto es liderado por Amerindia, desde su misión prioritaria de reafirmar la opción preferencial por los pobres y excluidos, inspirada en el Evangelio, en comunión con la perspectiva de renovación eclesial propuesta por el Papa Francisco. Esto implica relevar la propuesta de  nuevos modelos de Iglesia comunitaria, participativa y sinodal, así como afirmar la perspectiva de la teología latinoamericana como un aporte a la Iglesia universal.