Raíces guaraníes de sinodalidad

Margot Bremer
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Por: Margot Bremer

11 de julio de 2024

Un Diálogo imaginario entre un paí1 guaraní y un paí católico.

Paí Católico. La iglesia católica en este momento histórico está soñando volver a ser sinodal. ¿Los pueblos guaraníes2 tienen también algo parecido?

Paí Guaraní. Si ustedes entienden por sinodal ‘caminar juntos’, entonces puedo decir que sí. El caminar (oguata) es muy característico de nuestra identidad. Aunque habitamos una casa y cultivamos una chacra, en nuestra consciencia vivimos como una comunidad, como un pueblo en camino, buscando juntos el mismo destino, la Tierra sin Mal.

Este estado de itinerancia marca profundamente nuestra espiritualidad, pues percibimos en el caminar la cercanía y el acompañamiento de nuestro Dios Padre Creador Ñamandú. Así como ustedes, también nosotros, los guaraníes, tenemos un sueño, una utopía de convivencia armónica entre todos, incluyendo la naturaleza.

El sentido de nuestra vida es caminar juntos hacia la Tierra sin Mal, lugar donde podremos ser y vivir plenamente lo que somos (tekoha). Es nuestra autenticidad.  Intentamos vivirlo lo máximo posible ya como pequeña comunidad en nuestro territorio armonizando con la naturaleza. Nuestra misión es crear, desplegar y cuidar este tekoha y constantemente recrearlo, retejiendo relaciones buenas para una buena convivencia.

Buena convivencia

Paí Católico. ¿Y cómo consiguen diariamente una buena convivencia?

Paí Guaraní. Para llegar a una buena convivencia debemos practicar la reciprocidad cada vez que la realidad cotidiana nos ofrece una ocasión. Es el camino de llegar a ser cada día más auténticos y justos, y seremos cada día más lo que llevamos dentro desde el principio de nuestra existencia. Ocurre que las situaciones de necesidad y abundancia pueden cambiar en cada uno en cualquier momento. Hoy puedo dar, mañana seré el necesitado y viceversa. Para mantener el norte en nuestro caminar juntos, aprovechamos estas situaciones oscilantes de la vida para reforzar nuestro sentido comunitario.

La reciprocidad renueva y re-aviva nuestro sentido de pertenencia y solidaridad. Se le da al otro sin la intención que éste se lo devuelva. Más bien se le da con el deseo de que él haga lo mismo cuando encuentre a otro en semejante situación; y esto en todos los niveles de la vida. La reciprocidad es la base del sistema de nuestra buena convivencia. 

Cosmovisión

Paí Católico. Siendo expertos en relacionamientos, ¿cómo relacionan ustedes su cosmovisión con la práctica cotidiana?

Paí Guaraní. Tenemos una teología que se basa en la vida3, que se fundamenta sabiendo que toda la biodiversidad de seres vivientes que vive en nuestro territorio y en la tierra entera, está conectada en una interrelación.

Nuestro destino es convivir juntos entre todos y con cada uno a su manera. Es nuestro sueño de la Tierra sin Mal. Punto de partida de esta teología es el núcleo familiar que se amplifica hacia la comunidad, hacia el pueblo y hacia el cosmos. Extendemos interiormente nuestra mirada más allá de nuestro limitado entorno e interpretamos la visión de nuestro pequeño recinto como una parte de tal visión universal.

Pues la Tierra sin Mal es el nombre de una visión universal, pero cada tekoha debe ser el lugar donde ponemos en práctica concreta esta utopía de convivencia. El mismo Papa afirma en Laudato si’ que la vida en su integridad no es la suma de sus partes. Pensamos que la verdadera vida es una gran interdependencia orgánica entre todas las especies vivientes. Es una sagrada trama de vida.

Convivencia

Paí Católico. ¿Cómo enfocan los guaraníes su organización de convivencia?

Paí Guaraní. Nosotros, el pueblo guaraní, con otra visión del mundo y de la vida, también tenemos coherentemente otra visión del sistema de convivencia. Nuestra visión guaraní es socio-ambiental. Mientras la de ustedes, ha sido hasta ahora más antropocéntrica.

Es la misma naturaleza la que nos ha enseñado que la vida abarca una inmensa biodiversidad, innumerables clases y especies que están interrelacionadas y con tendencia a complementarse.

Para nuestro pueblo guaraní, la naturaleza es un verdadero libro de revelación sobre el misterio de la vida. Por tanto, la vida es para nosotros sagrada en su delicada interrelación que hay que respetar y cuidar mediante la reciprocidad. Siempre es abierta a otros, lo que da también la posibilidad de una renovación convivencial.

Ya el mismo Papa de ustedes había dicho que “del cuidado mutuo de estas interrelaciones nace una sociedad inclusiva, basada en el diálogo”4.. Para nosotros, la vida abarca la convivencia en un triple relacionamientos: entre los humanos, con el cosmos y con Dios Ñamandú. Esta triple interrelación marca y define nuestra sabiduría, nuestra economía, todos nuestros conocimientos sobre las leyes de vida, la influencia de los astros y también la organización de nuestra convivencia.

La asamblea

Paí Católico. ¿Qué significa la asamblea en la convivencia del pueblo guaraní?

Paí Guaraní. La forma de convivencia guaraní está marcada por la asamblea, en la que decidimos colectivamente la orientación de nuestro caminar, ya que entre los vaivenes y cambios de la historia fácilmente perdemos el norte y hasta a veces el mismo destino.

Por tanto, la asamblea es de suma importancia para nosotros porque necesitamos parar en nuestro caminar, encontrarnos y reunirnos en una red de comunidades para revisar, reorientar, renovar, resignificar las opciones pasadas y retomar juntos el rumbo hacia el futuro. Discernimos las dificultades y buscamos en común respuestas a los problemas.

La celebración de una asamblea es a la vez un acto religioso y socio-político. Pues al comienzo el chamán nos canta con solemnidad uno de nuestros mitos de creación para recordar y hacer presente el proyecto de vida sobre la creación que soñaba Ñamandú. Además nos re-identificamos con nuestra opción común de seguir este camino suyo.

Paí Católico. Gracias, paí, por este diálogo. A pesar de los 500 años de opresión, no-comprensión y marginación, ustedes no han perdido su capacidad de soñar en grande. A pesar de todos los desalojos de sus tierras, ustedes no han perdido su sueño de la Tierra sin Mal. ¡Hasta el mismo nombre para nuestra “iglesia” significa “asamblea” (ecclesía)!

¡Cinco siglos nuestra iglesia ha necesitado para escucharles y conocer su riqueza!  Reconocemos que nuestro sueño de una iglesia sinodal tiene largas raíces en esta tierra guaraní.

Descargue la reflexión

Notas

1 Paí es un título en guaraní para el padre de familia extensa, los sacerdotes guaraníes y el jefe de una comunidad. Se aplica desde la conquista también a los sacerdotes católicos no-indígenas.

2 En Paraguay encontramos lo central del modo de ser, pensar y vivir lo guaraní en los pueblos avá, aché, mbyá, paí tavytera, ñandeva y áva (guaraníes occidentales).

3 El paí Meliá habla de una Tekología Guaraní.

4 Cf. Papa Francisco. Discurso a los estudiantes de la red nacional de las escuelas para la paz, 19 de abril de 2024.

 


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