Por: Mauro Castagnaro
11 de septiembre de 2024
Resumen
Frente a una Iglesia católica extendida por todo el planeta, con un baricentro desplazado hacia el Sur del mundo y con un pluralismo interno cada vez más acentuado —fenómenos todos ellos, además, comunes a toda la cristiandad—, la sinodalidad aparece como la forma con la que puede reestructurarse como comunión de Iglesias locales, una unidad en la diversidad que evita tanto la tentación de la uniformidad, hoy inaceptable a raíz del proceso de descolonización y de una renovada reflexión eclesiológica y misionológica, como la de la fragmentación, que implicaría una renuncia a la presunción de universalidad del cristianismo y constituiría un contra-testimonio para un mundo desgarrado por divisiones y conflictos.
La sinodalidad, sin embargo, exige cambios profundos de espiritualidad, mentalidad y estructuras que se han consolidado en el segundo milenio. Es el reto histórico que con el actual Sínodo la Iglesia ha comenzado a afrontar.
Fecha de publicación
Septiembre de 2024
Artículo original del Observatorio Latinoamericano de la Sinodalidad.
Sobre el autor
Mauro Castagnaro es periodista italiano especializado en la realidad económica, social, política y eclesial de América Latina. También es licenciado en ciencias políticas, educador y sociólogo de Il cuore di crema, una comunidad para la recuperación de toxicómanos y alcohólicos. Está comprometido con el pacifismo, la solidaridad internacional y el ecumenismo. Colabora con varios periódicos y es miembro de la coordinación internacional del movimento para la reforma de la Iglesia católica We are Church.