Como estaba previsto este martes 17 de diciembre por la tarde, se llevó a cabo la primera reunión del XVI Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo, un momento valioso para la implementación de las recomendaciones del Documento Final de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que concluyó el 27 de octubre de este año.

Apropiación del Documento Final

La reunión, presidida por el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo, comenzó con un momento de oración dirigido por el padre Matteo Ferrari, OSB. Posteriormente, el Dr. Piero Coda, secretario general de la Comisión Teológica Internacional, presentó un informe sobre las perspectivas eclesiológicas del Documento Final aprobado por los miembros de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos (2-27 de octubre de 2024) y por el Santo Padre al final de la Asamblea.

Durante la reunión, los miembros del Consejo debatieron diversas iniciativas dirigidas a acompañar a las Iglesias locales en la apropiación del Documento Final y la aplicación de sus recomendaciones.

Se encargó a la Secretaría General del Sínodo la elaboración de un proyecto enfocado en la formación en sinodalidad y el acompañamiento de las Iglesias particulares. Este proyecto será presentado en la próxima reunión del Consejo, programada para febrero de 2025.

Descarga aquí el Documento Final

Embajadores de la Sinodalidad

Concluyendo la reunión, el cardenal Mario Grech, secretario general, recordó a los miembros del Consejo su papel como “embajadores de la Sinodalidad en sus Iglesias locales, para que el pueblo de Dios se enamore cada vez más de la Iglesia Sinodal”.

La composición del XVI Consejo Ordinario también marca un momento histórico, al incluir por primera vez a mujeres en sus filas: Sor Simona Brambilla, secretaria del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y María Lía Zervino, miembro del Dicasterio para los Obispos.

La XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, cuyo Documento Final ahora está en proceso de implementación, representa un paso decisivo hacia una Iglesia más participativa, dialogante y cercana al Pueblo de Dios.