Primera Asamblea Eclesial de la Amazonía Peruana: “Somos Iglesia Amazónica que camina en sinodalidad y esperanza”

Primera Asamblea Eclesial de la Amazonía Peruana: “Somos Iglesia Amazónica que camina en sinodalidad y esperanza”
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Más de un centenar representantes de los ocho vicariatos de la Amazonía peruana se reunieron en la Primera Asamblea Eclesial de la Amazonía Peruana, bajo el lema: “Somos Iglesia Amazónica que camina en sinodalidad y esperanza”.

Este encuentro, organizado por la Red Eclesial Panamazónica (Repam) Perú, el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), la Comisión Episcopal para las Misiones y Pastoral Indígena (Cenamis) y los vicariatos amazónicos, se realizó del 27 al 29 de enero de 2025, en la Casa San José de Cluny, en Magdalena del Mar, Lima.

El objetivo principal de esta asamblea –como se señala en una nota de Querida Amazonía– “fue compartir, evaluar y proponer acciones conjuntas para la construcción de un plan pastoral intervicarial que fortalezca la sinodalidad y la articulación con los pueblos indígenas amazónicos, priorizando el enfoque de Iglesia amazónica”.

Juntos para el cuidado de la Casa Común

Uno de los puntos centrales de la Asamblea fue la defensa de la Amazonía como un territorio fundamental para la biodiversidad y el equilibrio ecológico global. Los participantes manifestaron su preocupación por las constantes amenazas a sus recursos naturales debido a la explotación desmedida y la contaminación.

En este contexto, se reafirmó el compromiso de la Iglesia con el cuidado de la Casa Común, tal como lo propugna el Papa Francisco en la encíclica Laudato si’. Y esto va en consonancia con el Documento Final de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos, donde se remarca que “la Iglesia está llamada a comprometerse con todas sus fuerzas por la dignidad humana, el bien común, la justicia y la paz”. Este principio guía la misión de la Iglesia en la Amazonía, promoviendo la escucha activa y el diálogo intercultural.

La Sinodalidad, entendida como el caminar conjunto de toda la Iglesia, fue otro de los ejes temáticos destacados en la Asamblea. Los participantes reflexionaron sobre la necesidad de escuchar las voces de las comunidades amazónicas y fomentar una corresponsabilidad activa entre el clero y los laicos. Esta visión sinodal está alineada con el llamado del Documento Final, que sostiene que “la conversación en el Espíritu es una herramienta fructífera para permitir la escucha y el discernimiento de lo que el Espíritu dice a las Iglesias”.

Además, se resaltó que “todos los bautizados son convocados para ser protagonistas de la misión, porque todos somos discípulos misioneros”; este llamado a la corresponsabilidad es determinante para enfrentar los desafíos que aquejan a la región.

La misión evangelizadora de la Iglesia en la Amazonía

Otro tema relevante fue la defensa de los derechos humanos, en especial de las comunidades indígenas, quienes enfrentan situaciones de exclusión y vulneración de sus derechos territoriales y culturales.

Los representantes de la Asamblea hicieron un llamado a las autoridades civiles y eclesiásticas para fortalecer las políticas de protección y promoción de estos derechos. Al respecto, en el Documento Final se afirma que “la opción preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica” y que “la Iglesia está llamada a ser pobre con los pobres”. Tal compromiso con los más vulnerables es una expresión clara de la misión evangelizadora de la Iglesia en la Amazonía.

El encuentro también abordó el tema de la espiritualidad en el proceso sinodal. Los participantes resaltaron que la renovación de la Iglesia en la región amazónica no solo debe centrarse en cambios estructurales, sino también en una profunda conversión espiritual que impulse una misión más cercana a las realidades de las comunidades locales.

Esta visión se apoya en algunos lineamientos redactados en el Documento Final, los cuales resaltan que “la sinodalidad es ante todo una disposición espiritual que impregna la vida cotidiana de los bautizados y todos los aspectos de la misión de la Iglesia”; además que “la sinodalidad es un camino de renovación espiritual y de reforma estructural para hacer a la Iglesia más participativa y misionera”.

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