Obispos colombianos reflexionan sobre los posibles caminos para hacer realidad la Sinodalidad

Obispos colombianos reflexionan sobre los posibles caminos para hacer realidad la Sinodalidad
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La 118.ª asamblea plenaria de los obispos colombianos dio inicio este 3 de febrero, teniendo como tema central la Sinodalidad. En la primera sesión, los obispos intercambiaron experiencias y reflexiones junto a los representantes colombianos que participaron en el reciente Sínodo de la Iglesia.

“El corazón de la Sinodalidad”

Bajo el lema “El corazón de la Sinodalidad”, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá; los arzobispos Mons. Ricardo Tobón Restrepo de Medellín y Mons. José Miguel Gómez Rodríguez de Manizales; y la Hna. Gloria Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), compartieron los posibles caminos para hacer realidad la sinodalidad en la Iglesia colombiana.

La Hna. Franco recordó las mesas redondas del aula Pablo VI en Roma, donde se fomentó un diálogo igualitario. El cardenal Rueda, por su parte, destacó el clima de fraternidad y construcción vivenciado en el Sínodo. Mientras que el arzobispo Gómez resaltó la unidad eclesial en torno al ministerio petrino del Papa Francisco, Mons. Tobón ilustró la Sinodalidad con la imagen de la “caravana de hijos de Dios”, evocando la continuidad de este proceso iniciado en 2021.

El arzobispo Francisco Javier Múnera Correa, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, dijo que Iglesia continuara con la misión evangelizadora y sinodal en un país que enfrenta graves desafíos sociales. En su discurso, señaló la necesidad de fortalecer la unidad y acompañar a las comunidades vulnerables, especialmente aquellas afectadas por la violencia y la exclusión.

La Sinodalidad no es una moda pasajera

El arzobispo Múnera insistió en que “la sinodalidad no es una moda pasajera, sino un estilo de vida que no se agota”, y que debe fortalecer la unidad dentro de la Iglesia. Para el prelado, la clave está en “vivir la comunión, realizar la participación y promover la misión”.

El Sínodo 2021-2024 ha planteado grandes retos que ahora deben implementarse en las instancias eclesiales, fomentando la escucha y participación del pueblo de Dios. En este sentido, Mons. Múnera instó a traducir las enseñanzas sinodales en gestos concretos de esperanza, especialmente en el contexto del Año Santo.

También dijo que la reconciliación es una tarea urgente en un país que aún sufre los estragos de la violencia: “La Iglesia se compromete a seguir promoviendo la justicia social y el acompañamiento a las comunidades más vulnerables, en especial migrantes, jóvenes y personas privadas de libertad”.

Artesanos de la justicia, la paz y la reconciliación

Desde el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), los obispos de la región expresaron su cercanía con la Iglesia colombiana. Padre Pedro Brassesco, secretario general adjunto del Celam, alentó a los prelados colombianos a seguir siendo “testigos y hacedores de misericordia, artesanos de la justicia, la paz y la reconciliación”.

El padre Brassesco se refirió también al Año Jubilar como una oportunidad para alimentar la esperanza en Latinoamérica y el Caribe. Citando el Documento de Aparecida, recordó que “ser pobre con los pobressigue siendo una premisa para la evangelización, además que se debe escuchar y considerar a los más vulnerables como protagonistas de la misión eclesial.

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