Este episodio de “Historias de Sinodalidad” nos lleva al corazón de la Amazonía, en la triple frontera entre Brasil, Colombia y Perú, donde la misión se vive en una perspectiva intercultural, intercongregacional e internacional, y la Iglesia católica escribe una página de su misión sinodal.
El video transporta a los espectadores a Tabatinga, en Brasil, una localidad ubicada en la triple frontera, que encarna un modelo de sinodalidad viva e intercultural. Aquí, los Hermanos de las Escuelas Cristianas, también conocidos como Hermanos de La Salle, los Franciscanos Capuchinos, los Hermanos Maristas, misioneros y voluntarios de diversas congregaciones, caminan junto con los pobladores para construir comunidades inclusivas y solidarias.
La narrativa multimedia se estrenó este viernes 3 de enero, por el canal de YouTube @ObservatorioSinodalidad. El episodio reúne testimonios de quienes, en medio de la diversidad cultural y las complejidades del territorio, han encontrado en la Sinodalidad una manera de derribar fronteras y construir unidad en torno a experiencias formativas, participativas y en comunión. Desde proyectos conjuntos, hasta momentos cotidianos de oración y servicio, la experiencia en Tabatinga es una invitación a caminar juntos, a reconocer las diferencias como una riqueza, y a trabajar por el bien común.
Un camino compartido
Sin escuelas ni instituciones educativas propias, los Hermanos de La Salle han contribuido con su misión en el acompañamiento de comunidades indígenas, ribereñas y urbanas a lo largo del río Amazonas. Esta experiencia les ha permitido descubrir una riqueza inesperada: el caminar juntos, sinodalmente, con otras congregaciones y grupos locales: “Llegar a trabajar en la Amazonía es saber que estoy obligado necesariamente a trabajar con otros, en otros escenarios muy distintos a los que tradicionalmente estamos acostumbrados”, afirma Daniel Niño, hermano lasallista.
El video también menciona proyectos inspiradores, como el Programa Universitario Amazónico (PUAM) y el programa “Iglesia Sinodal con rostro Maguta”, en el que agentes pastorales de las comunidades Tikuna de los tres países reciben formación. Estos proyectos llevan a la práctica la Sinodalidad y también muestran la capacidad para transformar vidas y fortalecer vínculos.
A través de los testimonios, esta historia nos acerca a las experiencias de quienes han encontrado en la Sinodalidad una fuente de aprendizaje y fraternidad. Religiosos, misioneros y voluntarios relatan cómo han derribado fronteras culturales y geográficas para compartir una misión común: trabajar juntos por un futuro más justo y humano en la Amazonía.
La Sinodalidad no es teoría, se vive
Este episodio es una invitación a reflexionar sobre la Sinodalidad como estilo de vida, y es una inspiración para construir puentes en nuestras propias comunidades: “Como Iglesia no trabajamos solos, trabajamos con otras congregaciones, nos apoyamos los unos a los otros, y eso creo que es algo muy significativo para todos los que venimos a hacer misión acá”, asegura Alejandra Castellanos, voluntaria Marista.
Para adentrarte en esta experiencia transformadora, no te pierdas este episodio de la serie “Historias de Sinodalidad” en el canal de YouTube @ObservatorioSinodalidad. Déjate inspirar por estas historias de colaboración, esperanza y amor por la creación en el corazón de la Amazonía: “Aquí, uno necesariamente está invitado a trabajar en conjunto, como Pueblo de Dios, como Iglesia peregrina, y aquí se vive muy fuertemente eso. La Sinodalidad es con los Misioneros Maristas, con las Lauritas, con las Vicentinas, con los catequistas de aquí, los jóvenes, los padres, el obispo… es todo un aprendizaje que se siente de verdad”, afirma Marco Salazar, hermano lasallista, director de la Comunidad de Tabatinga.
El Hno. Salazar concluye asegurando que “Dios es sinodal (…). Nos compartió la divinidad a nosotros, frágiles humanos, criaturas. La sinodalidad es para mí lo que la creación hace, la naturaleza nos lo comparte todo, camina con nosotros, nos brinda el aire, el agua, todo”.
Por eso, para el religioso lasallista “la Sinodalidad no es una teoría, se vive, se gusta, olfateando la lluvia, el barro, el sudor de la gente que sufre, que trabaja aquí en la Amazonía y en cualquier parte de nuestra América y nuestro planeta. La Sinodalidad es una bendición que se experimenta ya, y que más bien tenemos que hacerla más expresa, más notoria”.
Vea, a continuación la narrativa multimedia «La Triple Frontera» producida por el Observatorio Latinoamericano de la Sinodalidad.
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