Durante el Jubileo de los Diáconos celebrado en Roma, el grupo internacional de diáconos permanentes y sus esposas se reunió para debatir sobre el papel del diaconado en la construcción de una Iglesia más sinodal.

El conversatorio se realizó en la Basílica de Santa María en Trastevere, Roma, donde la posibilidad de abrir el diaconado a las mujeres fue uno de los temas centrales. A propósito, el portal Detroit Catholic realizó un artículo en el que comparte detalles del diálogo: https://www.detroitcatholic.com/news/jubilee-of-deacons-participants-discuss-synodality-women-deacons.

El encuentro, patrocinado por la Comunidad del Diaconado en Italia y Discerning Deacons de EE.UU., reunió a unas 250 personas. En la ocasión, se exploró cómo el servicio diaconal puede contribuir a una Iglesia en la que se valoren los dones y responsabilidades de todos sus miembros.

Vocación y misión del Diaconado

Geert De Cubber, diácono permanente belga y único representante de los diáconos en las asambleas sinodales de 2023 y 2024, compartió su experiencia en el Sínodo. Relató cómo un obispo cuestionó la necesidad de diáconos al considerar que contaba con suficientes sacerdotes, comentario que calificó como “un golpe al corazón de diácono”.

“Los diáconos son enviados por la Iglesia a lugares a los que no llega, no puede llegar o no siempre puede llegar”, explicó De Cubber: “Escuchamos, especialmente a aquellos que son rechazados, por el mundo, por sus amigos, a veces incluso por la Iglesia”. Agregó que su misión incluye llevar al altar las realidades de quienes sirven, asegurando que sus voces sean parte de la oración y misión eclesial.

Mujeres Diáconas

Acerca del diaconado femenino, De Cubber expresó su apoyo a la ordenación de mujeres como diáconas, siempre que se evite su clericalización: “Las mujeres definitivamente aportan algo único a la Iglesia en su conjunto. Entonces, ¿por qué no podrían aportar algo nuevo y quizás inesperado al ministerio, incluido el ministerio ordenado?”, señaló, y recordó que en los primeros siglos de la Iglesia hubo mujeres diáconas, lo cual está documentado en la tradición.

Por su parte, Ellie Hidalgo, codirectora de Discerning Deacons, señaló que el debate sobre las mujeres en el diaconado ha evolucionado, explicó que el Sínodo introdujo una perspectiva pastoral a la reflexión histórica y teológica: “Si miramos la historia y la teología y las realidades pastorales juntas, ¿podríamos tener una mejor idea de qué nos pide ahora el Espíritu Santo para ser Iglesia en el tercer milenio?”.

Como parte de este discernimiento, Discerning Deacons presentó al Vaticano testimonios de 29 mujeres que se sienten llamadas al servicio diaconal y que enfrentan limitaciones en su ministerio por la falta de ordenación.

El rol de las mujeres en la Iglesia

El encuentro también destacó el rol valioso de las esposas en el ministerio diaconal. Fernando Moreno y su esposa, María Lourdes González García, de la Arquidiócesis de Monterrey, compartieron cómo trabajan juntos en programas de alimentación y formación religiosa para más de 2.500 personas semanalmente.

Por su parte, González manifestó que las mujeres católicas deben reconocer su misión en la familia, educando a sus hijos en la fe y construyendo la Iglesia doméstica. “Para salvar a la familia, hay que empezar por la familia”, afirmó.

El Jubileo de los Diáconos fue un espacio de encuentro, oración y discernimiento sobre el papel del diaconado y la necesidad de una mayor inclusión en la Iglesia. Las voces de quienes participaron invitan a continuar el diálogo sobre la sinodalidad y el lugar de las mujeres en el ministerio eclesial.

Foto: Antoine Mekary | ALETEIA.

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