Balances y perspectivas de Amerindia sobre el Congreso de Teología Sinodal

Compartir...

Al concluir el Congreso sobre teología en clave sinodal que tuvo lugar en Bogotá, del 9 al 11 de agosto, algunos integrantes de la red Amerindia que participaron en el evento académico, han compartido sus perspectivas y balances.

Para Alejandro Ortiz, coordinador de Amerindia Continental, “este congreso ha sido una excelente oportunidad para escuchar y dialogar sobre la teología de la sinodalidad de manera directa, fraternal y sororal, y a la vez actualizada”.

Corresponsabilidad

El teólogo mexicano ha valorado la experiencia “con amigos y amigas con quienes estamos en esta búsqueda de fortalecer está propuesta tan central e importante de la Iglesia, de manera que nos hemos sentido correspondidos con los esfuerzos que venimos haciendo, como Amerindia Continental, con nuestra propuesta del Observatorio Latinoamericano de la Sinodalidad”.

“Queremos apoyar el proceso sinodal de la Iglesia con reflexiones y propuestas, a través del Observatorio, como lo hemos hecho al compartir Cuaderno de Estudios 003 en este Congreso, que ofrece algunos elementos de análisis del Instrumentum laboris de la segunda sesión de la Asamblea sinodal”, agregó el coordinador de Amerindia Continental.

Una esperanza significativa

Desde la perspectiva de Socorro Vivas, quien hace parte de Amerindia Colombia, “por primera vez en mucho tiempo hay una esperanza significativa en el cambio de horizonte en la Iglesia como pueblo de Dios”.

“Valoro la nutrida participación de distintos estamentos de la Iglesia, y analizo esa participación como el interés para seguir trabajando por una necesidad sentida de la participación de todos/as los miembros de la comunidad eclesial”, continúa la teóloga colombiana, quien sugiere que “la reflexión y la comunicación teológica debe continuar tanto desde lo teórico como desde lo práctico”.

“Amerindia da y recibe nuevas maneras de renovación y transformación por la calidad de los aportes, pero también por el deseo de presentar reflexiones nuevas que poco a poco van involucrando a otras personas”, de modo que “el quehacer teológico de Amerindia deberá seguir continuar también desde otras esferas políticas, sociales, teológicas, epistemológicas”, asegura Socorro.

Diálogo abierto

En este mismo sentido, Rodolfo Ascanio, miembro de Amerindia El Salvador, comenta que “el diálogo abierto sobre las posibilidades y limitaciones que existe en el proceso sinodal” es uno de los elementos que más valora del Congreso, junto con “el encuentro con teólogos y teólogas que están repensando categorías teológicas que no han permitido la vivencia sinodal de la Iglesia”.

“Para Amerindia es valioso hacer parte de este proceso, pues acompañar al papa Francisco en la renovación de la Iglesia requiere sentarnos con otros actores del proceso sinodal y encontrar caminos eclesiales de transformación”, toda vez que “desde la propia concepción de Iglesia constitutivamente sinodal recae sobre todos la responsabilidad de convertir este ideal en procesos estructurales de la Iglesia y del quehacer teológico latinoamericano”.

Llamados a la sinodalidad y al compromiso con los pobres

Asimismo, Pedro Acevedo, de Amerindia República Dominicana, considera que “este espacio ha sido de suma importancia para el caminar de la Iglesia en América Latina y el Caribe, para darle continuidad a los continuos llamados del papa Francisco en torno a la sinodalidad y al compromiso con los pobres y el seguimiento de Jesús”.

El religioso dominicana valora, de modo especial, que “el Celam continúe forjando caminos de diálogo y de encuentro para la reflexión teológica y los diferentes aportes de tantos países y personas”, al punto que “para Amerindia, que es un espacio continental y que ha venido acompañando a la Iglesia y al pueblo creyente y oprimido desde hace muchos años, es la confirmación de esas opciones que son un llamado, al mismo tiempo, a seguir profundizando la fe, a darle continuidad a la reflexión teológica y a seguir construyendo la Iglesia del futuro en estos espacios, que se traduce en sinodalidad. Debemos acrecentar la esperanza y dejarnos acompañar por el Espíritu Santo”, concluyó.