Casa Galilea, desde el sitio Web de Casa Emaús, ha publicado el documento digital “Guía de predicación sinodal”, con el propósito de “auxiliar a sacerdotes, religiosos, religiosas y otros predicadores de la Palabra en la Iglesia latinoamericana y caribeña, con herramientas que los hagan más capaces de compartir los múltiples significados de ser auténticamente sinodal en el día a día de la vida comunitaria”.
La “Guía de Predicación Sinodal” aborda la integración de la sinodalidad en la práctica de la predicación en el contexto católico, especialmente en América Latina y el Caribe. Este documento es fruto de un proceso iniciado por el Papa Francisco en 2021, que busca transformar a la Iglesia en una comunidad sinodal fundamentada en la comunión, la participación y la misión.
En esta guía se explica la importancia de la sinodalidad como una forma de “caminar juntos” y la necesidad de una predicación que integre la escucha, el diálogo y la corresponsabilidad de todos los bautizados. Al ser un documento de libre acceso, también da referencias básicas, como la definición de sinodalidad, que proviene del griego y significa “caminar juntos”, y resalta que es un proceso continuo de diálogo, inclusión y discernimiento.
Cómo hacer la predicación sinodal
En el nudo del documento, se dice que la predicación sinodal se centra en el acto de predicar basado en las Escrituras, integrando la experiencia y necesidades de la comunidad para motivar a la misión. En tal sentido, plantea tres movimientos para la práctica de este tipo de predicación: Movimiento 1, de diálogo y escucha; es el encuentro del predicador con la comunidad para identificar sus necesidades. Movimiento 2, de transmisión y recepción; aquí se debe predicar considerando las inquietudes y reflexiones de la comunidad. Y movimiento 3, de retroalimentación y misión; se evalúa el impacto del mensaje para enriquecer futuras predicaciones.
Posteriormente, la Guía propone la creación de grupos de preparación entre predicadores y feligreses, fomentando una cultura de audacia y escucha mutua; a esto le denomina “Habitus sinodal”. Y se finaliza con algunos consejos prácticos para predicadores y oyentes, remarcando la oración, la preparación de las lecturas y el uso de retroalimentación constructiva.
La Guía invita a ver la predicación como un acto relacional y comunitario que nutre la fe y fortalece la corresponsabilidad en la misión de la Iglesia. Y resalta que la sinodalidad no solo es un método, sino una visión transformadora para todos los niveles de la Iglesia.
Una Iglesia más cercana al pueblo
En conclusión, el documento es una herramienta valiosa y oportuna para renovar las prácticas pastorales en un contexto eclesial que busca mayor inclusión y diálogo. Al destacar la escucha activa y la participación corresponsable, refleja un cambio de paradigma que trasciende la predicación tradicionalmente unidireccional.
La sinodalidad en la predicación ofrece un modelo más inclusivo y relacional, alineado con el espíritu del Concilio Vaticano II. Sin embargo, su implementación requiere superar desafíos como la resistencia al cambio y la necesidad de formación tanto para clérigos como laicos. El enfoque en la retroalimentación y la construcción de un “Habitus sinodal” resulta innovador, pero demanda un esfuerzo sostenido de comunidades acostumbradas a estructuras más jerárquicas.
Pese a los desafíos, esta Guía es un paso hacia una Iglesia más cercana al pueblo, donde la proclamación de la Palabra de Dios no inspire, motive y transforme realidades, promoviendo una auténtica vivencia comunitaria y misionera.
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