La Segunda Sesión de la Asamblea Sinodal del Sínodo sobre la Sinodalidad, que se lleva a cabo en el Aula Pablo VI del Vaticano, de 2 a 27 de octubre de 2024, entró en un nuevo módulo, el de los itinerarios, dando continuidad a lo visto en las relaciones. Para dar a conocer algunos detalles de lo realizado, la Sala Stampa vaticana ha realizado una nueva de prensa.
Trabajo en la Asamblea Sinodal
Como es costumbre, la secretaria de la comisión de comunicación Sheila Pires, relató lo sucedido en el Aula Sinodal, en su caso lo vivido al inicio de los trabajos sobre los itinerarios, subrayando algunos elementos presentes en la presentación del Módulo por el relator general, el cardenal Hollerich, y en la meditación previa del padre Radcliffe. Por su parte, el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini señaló que en la mañana de este viernes el trabajo ha sido en círculos menores, recordando la Vigilia Ecuménica que tendrá lugar en la Plaza de los Protomártires Romanos esta tarde, con oraciones locales en 80 lugares de todo el mundo, y en la que estará el Papa Francisco, junto con los delegados fraternos y representantes de diversas iglesias, así como todos los participantes de la Asamblea.
Tobin, un cardenal con 7 sínodos
Los invitados este 11 de octubre han sido el arzobispo de Newark (Estados Unidos), Cardenal Joseph Tobin, el obispo de Sandhurst (Australia), Mons. Shane Anthony Mackinlay, y la profesora italiana Giuseppina De Simone. El cardenal Tobin ya participó en siete Sínodos, el primero el Sínodo Especial para Oceanía, recién elegido Superior General de los Redentoristas.
El arzobispo de Newark señaló algunas diferencias a lo largo de 26 años de participación en sínodos. En primer lugar, destacó la escucha, antes reducida a grupos reducidos seleccionados, y ahora abierta a todos, algo que merece la pena. Desde la experiencia de su iglesia local, con misas en 23 idiomas diferentes, resaltó la importancia de escuchar con oídos diferentes. Junto con eso, considera fundamental que en esta Asamblea Sinodal se da mucha atención al silencio, a la contemplación, eso porque en un mundo donde las palabras dominan, el silencio es fundamental. Finalmente, el cardenal destacó la mayor participación de los teólogos en esta Segunda Sesión.
Sembrar una palabra de esperanza
Un Sínodo con un método muy significativo y revolucionario, un método que es un gran signo de esperanza, que habla a una Iglesia que actúa en aras del mundo, según Giuseppina De Simone. Para la profesora italiana, la Iglesia quiere sembrar una palabra de esperanza para el mundo. Según ella, lo que brota de la asamblea, es una reflexión seria que se construye en común a partir de la escucha, destacando, como hizo el cardenal Tobin, la importancia del silencio para no buscar inmediatamente una respuesta simple, superficial, que ayuda a responder a las tensiones que suscitan algunas preguntas, que debe llevar a no tener miedo a las interrogaciones que nacen de una humanidad herida, e ser signos de esperanza ante tanto sufrimiento.
Recordando que el Concilio Vaticano II nos enseña a mirar el mundo y la historia con esperanza, a dejar de lado visiones apocalípticas, la profesora enfatizó la imagen de las mesas sinodales como maravillosa, dado que alrededor están sentados todos, todo el Pueblo de Dios, la humanidad, mostrando una imagen que nace de la unión, círculos menores en los que no prevalece la opinión de nadie, con presencia de teólogos en las mesas, que ayudan a que la reflexión teológica entre en el diálogo, en una reflexión que nace de la escucha. Se trata de un saber técnico, pero sin perder la relación con la vida, de estar juntos desde diferentes roles y procedencias, pero unidos por una escucha para lograr un pensamiento común, relaciones que deberían estar presentes en la vida de cada día, según De Simone.
Aula Sinodal, un espacio de mucha energía
Para el obispo de Sandhurst, el camino sinodal en Australia tiene muchos puntos en común con lo que se está llevando a cabo en la Asamblea Sinodal. El obispo dijo que en la preparación se han construido estructuras útiles, que se diseñan a partir del ejercicio de la autoridad, algo que se solidifica con la participación de todo tipo de personas en los procesos sinodales. Para Mons. Mackinlay, el Aula Pablo VI es “un espacio que me da mucha energía”, subrayando el papel destacado de la conversación en el Espíritu, abordando temas muy variados y comunes. Según el obispo, la Asamblea Sinodal toma decisiones importantes, abordando los problemas desde diversas perspectivas culturales.
Algo en lo que se ha avanzado en la Segunda Sesión de la Asamblea Sinodal, dado que existe mayor familiaridad con las personas, los procesos y los objetivos. Eso porque, en los últimos 12 meses se ha trabajado muchísimo, subrayó Mons. Mackinlay. Un Sínodo para alcanzar una participación más sinodal en la misión, con corresponsabilidad creciente, con procesos de discernimiento comunitarios y conversación espiritual más eficaces, en los que se da un apoyo mutuo y una mayor corresponsabilidad durante el discernimiento en los círculos menores. Desde ahí, ha subrayado que “estamos intentando tomar decisiones, estamos explorando diferentes maneras”, para lo que es de gran importancia el Módulo sobre los itinerarios que se están trabajando en estos días.